jueves, 5 de julio de 2012

Cómo eliminar un tatuaje: ¿qué técnica emplear? ¿Cuánto tiempo? ¿Hay riesgos?

Cómo eliminar un tatuaje: ¿qué técnica emplear? ¿Cuánto tiempo? ¿Hay riesgos?:
CONSUMER.ES
  • Existen diferentes técnicas a través de láser para eliminar los tatuajes.
  • Generalmente, para que el tatuaje desaparezca del todo, hay que someterse a varias sesiones (6-10) y esperar tres meses entre ellas.
  • El número de sesiones varían en función del tipo de tinta, color, calidad, metal y técnica del tatuador, así como su extensión y profundidad.
  • A largo plazo, la piel se regenera y no tiene más riesgo de quemaduras solares ni de cáncer que otras partes del cuerpo.
  • Las personas que se quiten un tatuaje debe evitar exponerse al sol.
Tatuaje
Un tatuaje puede no ser para siempre. Existen técnicas que permiten que los arrepentidos puedan borrar esa marca de su piel sin que se corra un grave riesgo para la salud.
Existen diferentes técnicas de láser, tal y como explican desde Consumer. Una es el RevLite, de Cynosure. Este láser es una fuente de luz, el mismo tipo de tecnología utilizada para depilar, solo que con distintos parámetros para que tenga un efecto fotoacústico y emita un pulso muy corto, que se dirige al pigmento y no daña el tejido circundante: actúa produciendo explosiones de tinta, hasta convertirla en partículas muy pequeñas que se absorben y eliminan por el organismo. Este tratamiento con láser es tópico, ni siquiera se pincha la piel, por lo que no la daña ni produce marcas ni cicatrices.

¿Cuántas sesiones se necesitan?

Para que el tatuaje desaparezca del todo, hay que someterse a varias sesiones (entre seis y diez) y esperar tres meses entre ellas, con el objetivo que en ese tiempo se elimine la tinta explosionada. Tanto el número de sesiones como la duración varían en cada caso. Puede oscilar entre un barrido de dos minutos para los tatuajes de tamaño más pequeño y discreto hasta los diez minutos, para los más largos y grandes que abarcan una mayor superficie de piel. El número de sesiones varían en función del tipo de tinta, color, calidad, metal y técnica del tatuador, así como su extensión y profundidad. Los tatuajes verdes y azules se quitan con mayor dificultad que los de color negro, que son los más fáciles de suprimir.
Para eliminar los tatuajes se utiliza anestesia tópica y una crema oclusiva antibiótica, con el fin de disminuir el riesgo de infección. Esta crema debe aplicarse un par de veces: el mismo día de la sesión y a la jornada siguiente. El primer día la zona tratada se tapa con un apósito y, al cabo de dos o tres jornadas, este se retira y se deja la zona al aire. Tras el proceso de eliminación, la piel queda intacta.
El láser, aunque tiene riesgo de quemaduras si no lo usan manos expertas, no daña la piel. Esto se debe a que el disparo del láser va directamente hacia la tinta. Así salvaguardamos la piel, aunque hay que aplicar unas medidas extras y tener ciertas precauciones para conferirle una mayor protección. La zona está más sensible varios meses (siete u ocho), pero, transcurrido cierto tiempo, se regenera por completo.
La evolución depende de cada persona y de la zona tratada, ya que hay áreas más sensibles (la cara interna de las muñecas o detrás de las orejas) que otras, como los brazos y las piernas, cuya piel es más fuerte y se regenera mejor. El tratamiento con láser, bien hecho, no deja cicatrices e, incluso, se puede aplicar en personas que fácilmente desarrollan queloides (lesiones cutáneas formadas por crecimientos exagerados del tejido cicatricial), aunque con mayor precaución. Solo las personas que se hicieron un tatuaje para ocultar una cicatriz vuelven a tenerla una vez eliminado este.

Evitar el sol

Las épocas de frío son las idóneas para empezar el proceso de eliminación de los tatuajes, puesto que las zonas que se tratan no deben exponerse al sol. Sobre ellas, es preciso colocar un apósito o vendaje para taparlas y protegerlas de los rayos, no solo cuando se tomen el sol, sino también se pasee por la calle.
Los portadores de tatuajes en fase de supresión de los hombros deben evitar las camisetas de tirantes y optar por las de manga corta o prendas que les tapen las zonas tratadas. Si aun así piensan que con un movimiento la zona puede quedar al descubierto, deben utilizar una gasa para taparla. En tobillos y antebrazos hay que sguir la misma recomendación. Aunque, al principio, la piel de la zona queda algo más delicada, basta con protegerla del sol con una crema solar. A largo plazo, se regenera bien y no tiene más riesgo de quemaduras solares ni de cáncer de piel que otras partes del cuerpo.


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