viernes, 13 de julio de 2012

El altruismo está en nuestro cerebro

El altruismo está en nuestro cerebro:

La personalidad de una persona puede ser muy variada. Podemos ser simpáticos o bordes, encantadores o “agrios”. Pero hay cosas que no dependen de personalidad en si misma, sino de la forma que tenemos de relacionarnos entre nosotros, ya que podemos ser egoístas (cosa que trae consecuencias a la larga) o altruistas, dando lugar a una buena sensación de conciencia (por eso existen las ONG). Hoy os hablaré del altruismo, porque pare ser que tiene su propia zona específica en el cerebro.
Según un estudio publicado en la revista Neuron, las diferencias entre un comportamiento altruista o egoísta vendrían dadas por una variación en tamaño y actividad de una zona cerebral que estaría involucrada en la empatía. Por esto mismo, según el estudio, la empatía y el altruismo serían comportamientos que perduran en el tiempo. Como nos comenta el autor principal del estudio, Ernst Fehr, de la Universidad de Zurich:
 ”Este es el primer estudio en relacionar la anatomía del cerebro con la activación cerebral del altruismo humano. Los resultados sugieren que el desarrollo del altruismo, mediante la capacitación y las prácticas sociales, puede ocurrir a través de cambios en la estructura del cerebro, y de las activaciones neuronales que hemos identificado”
Según la investigación, las personas más altruistas serían aquellas con más facilitad para comprender a los demás, para ver los males ajenos. En definitiva, las personas más empáticas tienen tendencia al altruismo. Además, esta capacidad se ha relacionado con la actividad de una zona cerebral determinada, la unión temporoparietal (TPJ en inglés). Fehr y sus colegas, basándose en estudios anteriores, analizaron la relación entre tamaño y actividad de esta región del cerebro y las diferencias entre personas según su altruismo.
Durante el estudio, los investigadores hicieron pruebas con escàner cerebral a cada uno de los participantes, y les plantearon un juego en el que tenían que decidir como repartir dinero, entre ellos mismos y con personas desconocidas. Los que tomaban las decisiones más generosas mostraban una unión temporo-parietal más grande, en el hemisferio derecho del cerebro (en comparación con los individuos menos generosos o más egoistas, según como queráis decirlo).
Yosuke Morishima, coautor del estudio, de la Universidad de Zurich, añade:
 ”La estructura de TPJ predice con precisión el comportamiento altruista de un individuo”
Así pues, cada vez vamos descubriendo más peculiaridades de nuestro cerebro, y dandonos cuenta de que muchas de las cosas que desconocíamos siempre han estado ahí, en alguna conexión o región cerebral.
Vía: Europapress.
Imagen: Desmotivaciones




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